Hijo de Geb y Nut, Osiris es el Dios del más allá. Representa la regeneración del Nilo y el inframundo.
En el Antiguo Egipto, Osiris es Asar, que significa "trono del ojo".
Este Dios es representado con la piel verde o negra, con una corona atef, el cayado heka y el látigo o el centro uas. El color verde de su piel representa el color de la vegetación y la regeneración; a su vez, el color negro está relacionado con la tierra fértil y negra, que en cada desbordamiento del río Nilo producía nueva vida al campo.
Cuenta la leyenda que Osiris se convierte en el dios del inframundo debido a la envidia de Seth, quien para deshacerse de él, manda hacer un ataúd con el tamaño exacto del Dios del inframundo para presentarlo en una celebración a la que invitó a todo el mundo. Allí, Seth le regalará la caja a quien entre en ella perfectamente. Claramente Osiris fue el elegido. Seth aprovechando esto, cerró la caja y lo arrojó al Nilo con la mala suerte de que Isis, la esposa y hermana de Osiris, lo encuentra. Seth para impedir que ella lo reviva, lo despedaza y lo reparte por Egipto. Aún así Isis, con la ayuda de Anubis, lo encontró y lo resucita. En este proceso engendran a Horus.
La resurrección de Osiris lo convierte en el Dios del Inframundo.
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