lunes, 23 de octubre de 2017

VENUS

  Venus es la diosa del amor, la fertilidad y la belleza. Es hija de Caelus y Tellus. Los animales favoritos de esta diosa eran las palomas, y estas aves arrastraban su carro. Sus plantas eran la rosa y el mirto.

  El nacimiento ocurre en el momento que Saturno corta los genitales de su padre Caellus y los lanza al mar, de ahí surge Venus. Por eso se le conoce como “la diosa nacida de las olas”.
Fuente: Wikipedia

  Una vez que salió del mar, Venus fue llevada por los vientos Céfiros, primero a Citera y luego a Chipre, donde las Horas la vistieron y la guiaron a la morada de los Inmortales.
  Venus primero se casó con Vulcano, pero estaba enamorada de Marte.
  Cuenta Homero que mientras los enamorados se entregaban a la pasión en una madrugada en el lecho de Venus, Vulcano ,celoso, les había puesto una trampa, pues el Sol le había contado que su amada le estaba siendo infiel.
  Venus y Marte quedaron  atrapados en una red mágica, obra del esposo, quien fue a llamar a todos los dioses para que fueran testigos del engaño. Todos se burlaron pero Neptuno pidió clemencia y por eso Venus y Marte fueron liberados.
Fuente: https://commons.m.wikimedia.org

  Ella, avergonzada, huyó a Chipre, mientras que Marte se fue a Tracia. Sus amores tuvieron fruto y de la unión nacieron Cupido y Anteros, Deimo y Fobos y Harmonía.
  La diosa fue conocida por sus maldiciones, cuando alguien caía en la desgracia de ofenderla, se condenaba a tormentos terribles. Por ejemplo, castigó a la Aurora con un amor irrefrenable por Orión, ya que había cedido a las seducciones de Ares.
  Aunque caer en su gracia era igual o más peligroso. Cuando la Discordia lanzó una manzana a la más hermosa de las diosas, e hizo que compitieran Venus, Juno y Minerva, Júpiter decidió que fuera Paris el que definiera quién era la más hermosa. Cada una le ofreció un regalo a cambio de que la escogiera. Paris eligió a Venus y fue por esta promesa que se inició la famosa Guerra de Troya.
Fuente: https://commons.m.wikimedia.org
  Venus, agradecida con Paris, lo protegió durante toda la campaña así como a los demás aqueos, incluyendo a su hijo Eneas, a quien logró salvar de la muerte.
  Para lo romanos Venus era su protectora particular y, por eso, César le levantó un templo bajo la invocación de Venus Madre.
  

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